En un futuro no muy lejano, el gen del envejecimiento humano ha sido desactivado. Al cumplir los veinticinco años, las personas dejan de envejecer, pero solo tienen un año más de vida. Transcurrido este año, mueren de un ataque cardíaco a menos que «compren» tiempo. Para prevenir la superpoblación del planeta, el tiempo se ha convertido en «dinero» y es la forma con que la gente paga lujos y necesidades. Los ricos pueden vivir eternamente, mientras que el resto debe negociar por su inmortalidad.
Will Salas (Justin Timberlake) es acusado de asesinato cuando un desconocido de clase alta le hereda cien años de vida antes de suicidarse. Salas se ve obligado a huir de la corrupta fuerza policial conocida como time keepers ('guardianes del tiempo') acompañado de una rehén (Amanda Seyfried). Ambos se involucran sentimentalmente y luchan contra el sistema.
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